Costo de vida en América Latina: brindar acceso a dispositivos inteligentes
La crisis del costo de vida se está sintiendo en casi todas las partes del mundo, incluida América Latina. En toda la región, el impacto económico de COVID-19, la invasión rusa de Ucrania y el aumento global en las facturas de alimentos y combustible está ejerciendo presión sobre miles de hogares. Se prevé que un tercio de la región cumpla con los criterios de pobreza, que se define como vivir con 1,90 dólares americanos o menos por día.
Estos cambios económicos han resultado en una amplia brecha financiera dentro de América Latina, que ya es una de las regiones más desiguales del mundo. Cifras de la Base de datos de desigualdad mundial muestran que el 10% de los que más ganan en América Latina capturan el 54% de los ingresos.
Estos factores, combinados con una inflación galopante, hacen que el poder adquisitivo de los hogares se reduzca significativamente. Esto no solo afecta la capacidad de muchos residentes para financiar las necesidades diarias, sino que también amplía la brecha digital.
¿Qué es una brecha digital?
A medida que las personas de todo el mundo continúan adoptando la tecnología, los servicios digitales continúan expandiéndose a gran velocidad. La educación digital, la atención médica y los servicios económicos se están volviendo cada vez más populares y una forma crítica de acceder a la información.
El auge de la digitalización se ha acelerado aún más por la reciente pandemia mundial. Si bien un aumento en la disponibilidad y el acceso a dichas aplicaciones y servicios es en gran medida algo positivo, muchas personas aún no pueden acceder a los servicios digitales básicos.
Esta falta de acceso a teléfonos inteligentes afecta más a quienes viven en la pobreza. Un hecho reforzado por Pew Research, que informa que una mediana del 76% de las personas en 18 de las economías más avanzadas tienen teléfonos inteligentes y, en comparación, solo un promedio del 45% de las personas en economías emergentes, como México y Brasil, tienen acceso equivalente.
Tales disparidades crean desigualdad en la sociedad, particularmente cuando se considera que a medida que se digitalicen más servicios, el nivel de vida de quienes no tienen acceso no se acelerará. Por lo tanto, cerrar la brecha no solo es importante para mejorar la calidad de vida en la región, sino también para dar un impulso muy necesario a la economía latinoamericana.
¿Por qué es esencial abordar la brecha?
A medida que los servicios físicos, como la banca, se vuelven menos viables desde el punto de vista financiero, dado el cambio en la tecnología y la inversión que requiere, es probable que se reduzca el acceso a las ofertas de «ladrillos y cemento».
Es vital que las personas no se queden atrás. Además, es importante que los trabajos y las oportunidades educativas no escaseen debido a la falta de conocimiento o visibilidad de lo que se ofrece. Esta es una amenaza real en la región sudamericana. Con su gran población rural, donde solo el 23% de los que viven en zonas rurales tienen acceso a internet.
Podría decirse que son estas personas las que se beneficiarán más al poder acceder a los teléfonos inteligentes 4G y 5G. El acceso no solo permitiría el acceso a servicios clave, como la atención médica digital, sino que también permitiría a los consumidores comprar productos en línea, trabajar de forma remota y participar en el aprendizaje a distancia para mejorar sus habilidades.
Todo esto es crucial para los países que desean seguir siendo prósperos y cultivar una sociedad feliz, productiva y funcional. Esto se demuestra a través de un informe reciente de la Comisión de Banda Ancha. El informe reveló que si solo un 10 % más de personas en África pudieran acceder a redes de alta velocidad, se generaría un crecimiento promedio del 2,5 % en el PBI.
La ampliación del uso de los teléfonos inteligentes también ofrece inevitablemente mayores oportunidades para los operadores móviles. Un aumento en los usuarios de teléfonos inteligentes conectados en toda la región impulsa mayores ingresos por servicios de datos.
Reducir los costos
Los gobiernos latinoamericanos son conscientes de la necesidad de cerrar la brecha digital y han estado trabajando en estrategias significativas para permitir el acceso equitativo para todos. Por ejemplo, Colombia, Argentina, Chile y Perú han introducido leyes para aumentar el acceso gratuito a Internet.
Colombia también ha introducido legislación para definir Internet como un «servicio público esencial». Si bien esto ayuda a resaltar la importancia de la tecnología, establecer estas políticas puede ser una hazaña costosa. Por ejemplo, la Unión Internacional de Telecomunicaciones informa que el costo de proporcionar una conectividad adecuada en toda la región para 2030 alcanzará los $50 mil millones de dólares.
Sin embargo, dado que las conexiones de teléfonos inteligentes representan el 74% de la población latinoamericana, a partir de 2021, las perspectivas para los operadores y usuarios móviles parecen prometedoras. Todavía queda un camino por recorrer para garantizar que la mayoría de sus ciudadanos tengan acceso a dispositivos que permitan la conexión a Internet y lograr la predicción de GSMA de 400 millones de suscriptores de Internet móvil para 2025.
Si se logran estos números, se abrirá un mundo de información para las personas que viven en toda la región.
Cómo puede ayudar Trustonic
Trustonic está trabajando arduamente para garantizar que los teléfonos inteligentes puedan ser asequibles para las personas en toda América Latina y más allá, lo que a su vez mejora las tasas de inclusión digital. Con Telecoms Platform de Trustonic, los operadores de telefonía móvil, los minoristas y los financistas pueden reducir el riesgo de deudas incobrables al ofrecer teléfonos inteligentes financiados.
Esto brinda beneficios a aquellos que normalmente tendrían dificultades para comprar un teléfono inteligente, al tiempo que fomenta mejores comportamientos de pago al recordarles a los clientes cuándo es el momento de pagar su factura. También tiene la capacidad de bloquear su dispositivo en caso de que los pagos continúen sin realizarse.
Además, nuestra plataforma de telecomunicaciones está equipada para abordar la prevención del fraude y la garantía de ingresos, brindando a los operadores y minoristas tranquilidad y protección al proporcionar crédito a los clientes.
Este enfoque directo pero impactante tiene el potencial de mejorar la economía digital. También generará los fondos necesarios para trabajar en mejoras tecnológicas a los servicios que beneficiarán aún más a la sociedad. En última instancia, brindar un mejor acceso a los teléfonos inteligentes desbloqueará un mundo de información y mejorará las perspectivas de millones en toda la región de América Latina.