Cae el consumo en Latinoamérica: cifras, desafíos y recursos
Los indicadores de consumo muestran signos de desaceleración en algunos países de América Latina. Según el estudio “State of Consumer Technology and Durables Report” de la consultora GFK, en 2022 el mercado de bienes de consumo tecnológicos en la región decrecerá un 1% en comparación con 2021.
Esto se debe, en gran parte, al incremento de precios que se observa en prácticamente todas las categorías de productos en virtud del conflicto Rusia-Ucrania, a la escasez de mercaderías, y a los problemas en las cadenas de suministro.
Por ejemplo, en Perú otra investigación de la misma consultora indica que, tras la pandemia, el 70% de los consumidores desarrolló el hábito de buscar precios más baratos, abandonar marcas y apostar por las que se ajusten al nuevo presupuesto. Además, el 53% de peruanos no puede ahorrar.
De acuerdo con la firma Kantar, en Argentina las ventas en los supermercados, autoservicios y comercios de proximidad mostraron un retroceso de 0,8% en septiembre 2022 respecto al mismo mes de 2021, aunque con diferencias en los diferentes canales.
Fue la primera reducción luego de 15 meses con indicadores positivos, en un país que padece una inflación que ronda el 83% anual. De todas formas en esta nación el acumulado anual se mantiene positivo en 3,2%.
En Chile la elevada inflación (13,7% anual, en agosto escaló a 14,1%) llevó a acelerar la suba de las tasas de interés, lo que por ahora está provocando una merma importante en los salarios reales. Esto a su vez viene minando el gasto y la confianza de los consumidores.
Desafíos futuros
Si bien la región siguió recuperándose con fuerza a comienzos de 2022, las condiciones financieras internacionales más estrictas, la inflación persistente y la aparente reversión en la tendencia alcista de las materias primas pondrán a prueba su resiliencia.
Un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que las seis mayores economías latinoamericanas (Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile y Perú) aún permanecen en el camino de la recuperación posterior a la pandemia.
Sin embargo, se observa una gran tendencia a la baja desde 2021. En la región las perspectivas de crecimiento para el 2022 son algo más elevadas que a nivel mundial (promedio de 3,5%, contra 3,2% global). Pero la disminución es acentuada respecto al 6,9% de 2021. Particularmente Chile y México registrarán el menor crecimiento esperado, con un 2% y un 2,1%, respectivamente.
Otra estimación de las Naciones Unidas habla de un 3,2% de crecimiento para la región este año, aunque para 2023 el avance sería de solo el 1,4% “en vistas de una desaceleración del comercio global, un mayor endeudamiento, tasas de interés más altas y menor liquidez global”.
Según este análisis, la desaceleración en China afectaría a algunos países sudamericanos como Chile, Brasil, Perú y Uruguay, que destinan más del 30% de sus bienes de exportación a esa plaza.
Y la baja en los precios de los productos básicos también perjudicará a Sudamérica, “cuyas altas tasas de inflación golpearon los ingresos reales y tuvo efectos sobre el consumo privado”, indica el reporte.
Recursos para atenuar
La situación comentada seguramente impactará en las adquisiciones y el recambio de productos electrónicos, especialmente en el segmento de teléfonos inteligentes. Y es posible que tienda a agravar los problemas de mora de las carteras de crédito destinadas a financiar móviles.
Frente a este escenario, tanto los operadores como las cadenas minoristas tendrán que desarrollar estrategias para atenuar el impacto. En este sentido, una solución SaaS como la de financiación de dispositivos móviles de Trustonic puede ayudar en ambos frentes, ya que colabora para reducir la morosidad por falta de pago, y además ayuda a incrementar la venta de celulares.
El hecho de que los consumidores puedan adquirir un celular a crédito puede funcionar como un incentivo para cambiar el modelo a pesar del complejo escenario económico.
